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15-05-2019 | Cuidado - Cuerpo, piel y rostro

¿Se deben explotar las ampollas?

Escrito por Anne-Lise

Este verano, entre paseos, caminatas y días de compras, vas a recorrer unos cuantos de kilómetros. Aunque hayas comprado pocos zapatos nuevos durante las rebajas, no tardarás ni un día en tener ampollas en los pies. La pregunta que todos nos hacemos: ¿debemos o no perforar una ampolla para ayudarla a sanar? ¡Descubre nuestra respuesta en este blog!

¿Deberías perforar una ampolla o no?

Generalmente se recomienda no hacerlo, por la sencilla razón de que perforar la piel supone un riesgo de infección. De hecho, al perforar una ampolla, creamos una abertura en la capa superficial de la epidermis, que normalmente nos protege contra los organismos patógenos. La capa interna de la piel (la dermis) se expone entonces a virus y bacterias, pero esta capa se defiende peor contra los gérmenes, lo que puede conducir a una infección.

Sin embargo, la perforación de una ampolla a veces puede aliviar el dolor del desprendimiento de la piel. Si aun así deseas perforar una ampolla, toma las siguientes precauciones:

  • Lávate las manos y limpia el área con agua y jabón.
  • Si no tienes agua o jabón a mano, puedes usar un desinfectante acuoso y no colorante;
  • Preferiblemente usa una aguja y asegúrate de haberla desinfectado o esterilizado correctamente.
  • Pincha varias veces en la base de la ampolla (evita pinchar en el centro) y presiona suavemente para eliminar el líquido.
  • Protege la ampolla con un apósito y a la vez trata de evitar que se formen pliegues en éste, ya que, a su vez, podrían causar nuevas ampollas.

¿Cómo evitar las ampollas?

Existen apósitos específicos para ampollas, también conocidos como apósitos activos de gel, que actúan como una segunda piel y ayudan a aliviar el dolor asociado a la fricción, pero también a proteger la piel dañada y evitar así la formación de ampollas. Por lo tanto, es mejor utilizar este tipo de apósito como medida preventiva tan pronto como empieces a sentir dolor en el punto de fricción. Ten en cuenta que este tipo de apósitos también promueven la cicatrización y, por lo tanto, pueden utilizarse para tratar una ampolla existente.

Nota: si has planeado una caminata larga, usa siempre calcetines que suban por encima del zapato y, por supuesto, lleva siempre contigo un vendaje para las ampollas.

Para evitar las ampollas, asegúrate también de usar zapatos adecuados, es decir, no demasiado grandes, ni demasiado pequeños, ni demasiado rígidos. Llévalos lo suficientemente apretados, pero no demasiado, y ten cuidado con los calcetines con costuras prominentes o mal colocados ya que pueden provocar rozaduras.

¿Cómo tratar una ampolla abierta?

¿Qué hacer cuando tienes una ampolla que se ha perforado sola? En este caso, puedes cortar la piel muerta con un par de tijeras cuidadosamente desinfectadas. A continuación, desinfecta la piel subyacente con un antiséptico, preferiblemente incoloro. Por último, si tienes la opción de dejar que tu pie se airee sin riesgo de ensuciarse (durante una pausa, por ejemplo, o por la noche), entonces puedes dejar la ampolla al aire libre. Si, por el contrario, sigues activo, cúbrela con un apósito de doble piel (gel activo) contra las ampollas. Deja este tipo de apósito en su lugar durante 2 ó 3 días y no lo cambies, se despegará por sí solo.

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