La artrosis
¿Qué es la artrosis?
Es una afección crónica que forma parte de las enfermedades reumáticas articulares, como la artritis (inflamación articular). La artrosis (también llamada reumatismo degenerativo) resulta del desgaste y de la presión elevada sobre el cartílago articular que cubre las extremidades óseas. Las diferentes articulaciones que pueden verse afectadas son las de los dedos, codos, rodillas, caderas, etc. El cartílago es una capa flexible que absorbe los choques y que permite a los huesos articularse los unos con los otros evitando las fricciones. A partir de 45 años, el envejecimiento provoca una aceleración del mecanismo de desgaste y el cartílago tarda más en regenerarse, lo que aumenta el riesgo de artrosis. El desgaste del cartílago se acompaña por una pérdida de flexibilidad y, a veces incluso, de un dolor intenso. Al principio, el individuo no se da cuenta, pero una radiografía permite detectar la afección. Los primeros dolores aparecen cuando hay demasiado peso en las articulaciones. Sin embargo, estos disminuyen con reposo. Si la artrosis está en un estado avanzado (y si el cartílago está completamente gastado en algunas áreas), el hueso puede cambiar de forma y engrosarse.
La artrosis es una enfermedad crónica degenerativa. Esto significa que el estado del cartílago se deteriora progresivamente hasta alcanzar un punto de no retorno.
Las consecuencias de esta afección en nuestra sociedad son considerables, porque pueden causar incapacidad laboral, y una reducción en la calidad de vida. Para evitar tal situación, mejor vale tomar ciertas medidas de prevención. Cuando se desarrolla esta afección, algunos medicamentos pueden ser útiles (como los que contienen glucosamina, por ejemplo). En los casos los más avanzados, queda la cirugía.
La glucosamina y la artrosis
La glucosamina es una de las sustancias esenciales que componen el cartílago. Es decir, es parte de las sustancias que actúa como «pegamento» para mantener la integridad del cartílago. La artrosis altera la calidad del cartílago y la producción de glucosamina aumenta. Sin embargo, el cartílago se deteriora a una mayor velocidad de lo que se genera esta sustancia. Para detener el proceso de la artrosis (y, por lo tanto, la destrucción del cartílago), se necesita una dosis extra de glucosamina.
Se aconseja combinar la glucosamina con analgésicos.
Se aconseja combinar la glucosamina con analgésicos. Existen complementos alimenticios y medicamentos que contienen glucosamina como principio activo. La eficacia de estos medicamentos está garantizada gracias a las diferentes pruebas que se han realizado. Además de la glucosamina, también tienen propiedades analgésicas.
¿Cómo tratar la artrosis?
El tratamiento depende de la severidad de la afección y de la articulación afectada. Pídele consejo a tu farmacéutico sobre este asunto. Además de las opciones descritas anteriormente, puedes consultar un fisioterapeuta, un ergoterapeuta y, si fuese necesario, un ortopedista.
¿Cómo prevenir la artrosis?
Se recomienda a las personas con sobrepeso perder peso, particularmente en casos de artrosis en la rodilla y la cadera. El sobrepeso no es una causa directa de la artrosis, pero añade una presión innecesaria a las mismas.
- También asegúrate de mantener una buena postura (por ejemplo, mantener la espalda recta cuando pases la aspiradora en casa).
- Si la inactividad física es perjudicial, la tensión excesiva sobre las articulaciones también lo es. Las actividades que no sobrecargan, como la bici o la natación son una buena opción.
Los medicamentos
Tomar medicamentos puede ser una medida preventiva adicional a las descritas anteriormente. Pueden reducir el dolor y retardar la destrucción del cartílago. Sin embargo, ningún tratamiento cura completamente la artrosis.
- Analgésicos
- Antiinflamatorios no esteroides
- Cortisona
- Inyección con ácido hialurónico en las articulaciones afectadas.
- Glucosamina
También existen complementos alimenticios. Su efectividad no ha sido probada, pero puede en algunos casos ayudar.
La intervención quirúrgica
A veces es necesario remplazar (la totalidad o una parte de) la articulación en caso de dolor severo y persistente o que limite la movilidad de una manera significativa a la persona.
En el futuro, podrían desarrollarse nuevas técnicas. Por qué no imaginar un trasplante de células madres, que permitirán la formación de un nuevo cartílago sobre la articulación afectada. Si tienes preguntas o quieres recibir consejos, no dudes en contactar nuestro farmacéutico Viata.