Las células grasas (o adipocitos) pueden multiplicarse, conservando su tamaño o crecimiento. Cuando crecen, producen una sustancia que atrae los macrófagos que se encuentran alrededor. Este fenómeno provoca una inflamación indeseable de los adipocitos. Este tipo de células se encuentra, generalmente, en la región abdominal y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de hipertensión. Por el contrario, las células grasas que no crecen, pero que se multiplican, se sitúan en los muslos y las nalgas.
El riesgo asociado a la presencia de adipocitos está estrechamente vinculado a su localización: entre los órganos, los adipocitos pueden ser perjudiciales para la salud, mientras que, a la superficie de la piel, no presentan ningún peligro.
Las células grasas producen muchas sustancias que pueden tener repercusiones dentro del cuerpo. Este fenómeno puede tener consecuencias sobre la salud: hipertensión arterial, nivel de colesterol alto, formación de coágulos de sangre, inflamación, arteriosclerosis e intolerancia a la glucosa o riesgo de diabetes.
El sobrepeso
Los adipocitos producen una hormona llamada leptina. Si la leptina está presente en grandes cantidades en el organismo, envía una señal al cerebro para producir más proteínas y así reducir la sensación de hambre, lo que hace que el individuo gaste y queme energía. Por otro lado, si el nivel de leptina en sangre es bajo, tendremos comer más y quemar menos grasa.
El sobrepeso está ligado a un mal funcionamiento de este mecanismo. De hecho, a pesar de la cantidad importante de leptina en el cuerpo, el individuo sigue teniendo hambre. Se trata de un fenómeno de resistencia que altera la comunicación entre el cerebro y la leptina. Las células grasas también pueden seguir produciendo leptina.
También producen el angiotensinógeno y el TNF-α.
- El angiotensinógeno transforma las angiotensinas I y II, lo que puede explicar el enlace entre la obesidad y la hipertensión.
- El TNF-α interviene en el crecimiento y en la diferenciación celular, en el desarrollo de la resistencia a la insulina y la diabetes, y en la disminución de la sensibilidad a la insulina.
La adiponectina (únicamente presente en los adipocitos y en el plasma) neutraliza el TNF-α, mejora la reacción a la insulina y favorece la eliminación de los ácidos grasos libres. Los receptores se sitúan en los músculos y en el hígado. En las personas obesas o diabéticas, la cantidad de adiponectina en sangre es menor, porque es inversamente proporcional a la de la glucosa, grasa e insulina. No obstante, la adiponectina protege contra el daño a los vasos sanguíneos y las enfermedades cardiovasculares.
El sobrepeso está provocado por un mal funcionamiento del mecanismo de la leptina, que disminuye la sensación de saciedad.
¿De dónde vienen la grasa subcutánea y la grasa entre los órganos?
La acumulación de grasa subcutánea depende de una predisposición genética. En cuanto a la grasa entre los órganos, puede estar provocada por algunos genes, el tabaquismo o una mal respuesta ante el estrés. Esta grasa, también llamada grasa visceral, aumenta el riesgo de síndrome metabólico.
Complicaciones ligadas a la obesidad
· A partir de los 40 años, la esperanza de vida disminuye de 6 años para los hombres y de 7 para las mujeres.
· Enfermedades cardiovasculares
· Diabetes de tipo 2 (hiperinsulinismo y resistencia a la insulina)
· Apnea del sueño
· Hipertensión
· Nivel elevado del colesterol
· Cálculos biliares y riesgo de inflamación de la vesícula biliar
· Deterioro de las articulaciones
· Problemas ginecológicos tales como un periodo irregular, e incluso la esterilidad
· Algunos tipos de cáncer como el del intestino
· Hiperuricemia
· Asma en los más jóvenes
· Hemostasia y trastornos de la fibrinólisis (PAI-1, factor VII y fibrinógeno)
· Esteatosis hepática, fibrosis acompañada de cirrosis y un riesgo de cáncer del hígado
· Hernia hiatal, esofagitis y RGE (reflujo gastroesofágico, provocado por una hernia o por una presión abdominal elevada)
Síntomas del sobrepeso
Las personas que sufren sobrepeso u obesidad presentan varios síntomas Tosen más a menudo, se quedan sin aliento más rápidamente y sufren más a menudo de dolores lumbares. También tienen más dificultades para subir las escaleras o arrodillarse. Caminar más de un kilómetro es un verdadero desafío. Asimismo, las personas con sobrepeso sudan más rápidamente y a menudo sufren de reflujo gástrico. El sobrepeso puede ser una causa de ausentismo laboral.
· El síndrome metabólico
· Resistencia a la insulina
· Hiperinsulinismo
· Intolerancia a la glucosa
· Hipertrigliceridemia
· Nivel de HDL bajo
· Hipertensión
· Coronariopatía (patología de las arterias coronarias del corazón)
¿Cuáles son las ventajas de perder 10 Kg?
· Disminuye la tensión arterial en 10 mmHg
· Disminuye en un 50% el nivel de azúcar en sangre
· Disminuye más de un 20% el nivel mortalidad total
· Disminuye más de un 30% el nivel mortalidad debida a la diabetes
· Disminuye más de un 40% el nivel mortalidad debida al cáncer
· Disminuye en un 10% el nivel de colesterol total
· Disminuye en un 15% el nivel de LDL
· Disminuye en un 30% el nivel de triglicéridos
· Aumenta en un 8% el nivel de HDL
La obesidad y la apnea obstructiva del sueño
El riesgo de apnea obstructiva del sueño es más elevado en las personas obesas. El almacenamiento de grasa en el pecho, el vientre y el cuello es más mayor en estas personas, lo que impide su respiración y aumenta el riesgo de obstrucción de las vías respiratorias. Están cansadas y a menudo suelen roncar.
La obesidad y el cáncer
En los hombres, un nivel bajo de testosterona puede provocar un cáncer del intestino grueso o del riñón. En cuanto a las mujeres, la obesidad aumenta el riesgo de cáncer del seno (después de la menopausia), del intestino grueso y del endometrio. Finalmente, el cáncer de esófago es más frecuente en las personas obesas.
¿Cómo tratar la obesidad?
Enfoque tradicional
El tratamiento tradicional de la obesidad consiste en quemar tanto, e incluso más, calorías que las que consumimos.
Solo hay que calcular la cantidad precisa de calorías que necesita en un solo día y de quitarle 600 para provocar una pérdida de peso. La cantidad de energía necesaria por día depende de la velocidad y del nivel de actividad física de cada uno. Es recomendado comer lo menos graso y salado posible. También hay que asegurar un aporte suficiente en vitaminas y minerales, en calcio y fibra.
Come menos graso y salado, pero asegúrate de tener un aporte suficiente en vitaminas y minerales, en calcio y fibra.
Puedes elegir una dieta de 600 a 800 calorías al día. No se trata aquí de aprender a comer de otra manera, pero simplemente de comer lo que te han aconsejado. Esta dieta está compuesta principalmente de proteínas (una dieta proteica), un poco de grasa y muy pocos carbohidratos.Si optas por tal dieta, no dudes en pedirle consejos a un especialista o un nutricionista y sobre todo, sigas la dieta al pie de la letra. Piensa también en las ventajas y desventajas de tal dieta, puesto que varían según la persona. Este tipo de dieta no se recomienda a mujeres embarazadas, niños, adolescentes y personas que tengan problemas de hígado, corazón o de riñón, diabetes tipo 1 o una enfermedad mental.
Para gastar energía, es aconsejado hacer 30 minutos de actividad física al día. Puedes, por ejemplo, hacer aerobic, caminar, nadar, hacer marcha nórdica o bicicleta. El objetivo aquí no es de hacerte perder peso, sino de mejorar tu condición física.
Tratamiento con medicamentos
En caso de obesidad, los medicamentos permiten tratar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, formación de coágulos y exceso de colesterol o de azúcar. El tabaquismo parece ser un poco más difícil de controlar.
La obesidad en sí puede estar tratada con medicamentos en una persona cuyo IMC es superior a 27, si también padece de otras enfermedades tales como la hipertensión arterial. Las personas con un IMC superior a 30 en las cuales la combinación de dieta y actividad física no ha funcionado también pueden empezar un tratamiento medicamentoso. La toma de medicamentos solo está justificada cuando tiene más ventajas que desventajas.
Estos son los dispositivos y medicamentos que se pueden usar para bajar de peso:
· Supresores del hambre, que te proporcionan una sensación de saciedad y disminuye la sensación de hambre
· Quemadores de grasa te ayudan a consumir más energía en ciertas situaciones
· Medicamentos que actúan sobre las sustancias ingeridas antes de ser absorbidas por los intestinos
· Medicamentos que actúan sobre las sustancias ingeridas justo después de ser absorbidas por los intestinos
· Edulcorantes
Cirugías
Las cirugías son la última opción para tratar la obesidad. Sin embargo, es posible que el problema no se resuelva realmente. Existen 2 tipos de cirugías: la que provoca una mala absorción de las sustancias por el sistema gastrointestinal y la que tiene por objeto reducir el tamaño del estómago. La elección entre las 2 operaciones depende del perfil de la persona (si le gustan los dulces o si come mucho) y de su presupuesto.
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