El reflujo
El reflujo es el retorno del contenido estomacal y del ácido gástrico al esófago y a la boca. Este fenómeno no está ligado a un exceso de ácido gástrico.
El reflujo en los bebés
Los lactantes pasan la mayoría de su tiempo acostado y su sistema digestivo no está completamente desarrollado, por lo tanto, la leche sube a lo largo del esófago hasta la boca. En general, los bebés no sufren mucho de reflujo, pero si este es más habitual y el bebé no sube de peso, hay que darle porciones más pequeñas y hacer que pase más tiempo en posición vertical. Cambiar más temprano para una alimentación sólida puede ser una solución.
El reflujo del adulto
El reflujo es una afección frecuente. De hecho, de un 15 a un 40% de la población siente, una vez al mes, una sensación de ardor ascendente (ardor de estómago), pero esto no significa que sufren de REG (reflujo gastroesofágico o gastroesophageal reflux). Del 7 al 10% de las personas sufren de acidez estomacal ascendente. Se habla de REG cuando una persona siente, al menos dos días a la semana, ardores de estómago, hasta el punto de que su calidad de vida se ve afectada. También se habla de REG en casos de inflamación del esófago, de la nariz, de la garganta, del oído o de los pulmones ligada al reflujo.
De hecho, de un 15 a un 40% de la población siente, una vez al mes, una sensación de ardor ascendente.
Los síntomas del reflujo
Los síntomas más frecuentes del reflujo son: la subida del contenido estomacal y del ácido gástrico, y la sensación de ardor ascendente detrás del esternón hasta la garganta que puede empeorar cuando la persona se inclina o se acuesta. El individuo puede, además, sentir dolores al tragar o detrás del esternón. También puede tener mucha saliva en la boca.
El ácido gástrico puede provocar una sensación de ardor en la boca, un sabor desagradable y un mal aliento.
Los alimentos grasos, la naranja, la menta y el chocolate pueden causar una sensación de ardor. Algunos medicamentos pueden estar al origen de este fenómeno, pero, en este caso, debes consultar a tu médico o a tu farmacéutico.
Las causas del reflujo
En la parte inferior de esófago, justo antes del estómago, un esfínter se abre para dejar pasar los alimentos al estómago. Después, se cierra para que el estómago pueda digerir los alimentos que se encuentran dentro. Este esfínter se relaja brevemente para dejar salir el aire del estómago: así se producen los eructos.
El reflujo ocurre, en el 25% de los casos, cuando el esfínter está considerablemente debilitado y en el resto de los casos, el esfínter se relaja brevemente, 20 a 30 veces, aunque no se estuviera ingiriendo alimentos.
La estructura de las células esofágicas está diseñada para limitar el daño por reflujo. El esófago, a su vez, devuelve el contenido del estómago y estimula la producción de saliva, lo que reduce la acidez del ácido gástrico.
Factores de riesgo del reflujo
· El sobrepeso
· El hecho de llevar ropa demasiada apretada
· La comida demasiada rica
· El embarazo
· Tener una presión demasiado alta en el estómago, debido a una hernia de hiato, por ejemplo
· Eructos demasiado frecuentes
· Tabaquismo
· Algunos medicamentos
· Algunos alimentos
El tratamiento del reflujo
· Adoptar medidas antireflujos
· Mantener un peso adecuado
· Dejar de fumar
· Evitar las comidas pesadas que ralentizan el vaciado del estómago
· Evitar el chocolate, los alimentos grasos, la menta, los platos picantes y el jugo de naranja
· Levantar la cabecera de la cama al menos 15 cm
· Evitar los medicamentos que debilitan el esfínter
· Evitar la ropa apretada
El tratamiento con medicamentos del reflujo
Los medicamentos antiácidos limitan temporalment los daños ligados al ardor de estómago. El dolor desaparece inmediatamente.
Los alginatos actúan formando una capa protectora sobre el contenido estomacal, protegiendo así el esófago del ácido gástrico en caso de reflujo.
Los procinéticos ayudan a que los alimentos lleguen al estómago, mantienen el esfínter cerrado y mejoran el vaciamiento gástrico. Sin embargo, desafortunadamente aumentan la producción de ácido gástrico.
Los anti-H2 (ranitidina y cimetidina) reducen la producción de ácido clorhídrico causado por la histamina, una sustancia a menudo presente en las inflamaciones como la del esófago, por ejemplo.
Los inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol, el lansoprazol y el esomeprazol) disminuyen lenta pero significativamente la acidez gástrica.
Consecuencias a largo plazo del reflujo
La consecuencia más frecuente de la inflamación del esófago. Otro efecto relacionado es la transformación de las células sanas en células dañinas. Estas células son más resistentes a los ácidos estomacales, pero generan un riesgo más elevado de cáncer de esófago.
Las crisis de asma y la inflamación de la laringe son otras consecuencias frecuentes.
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